Admitámoslo: la seguridad en el lugar de trabajo no es ninguna broma. Errores críticos como un lapsus de concentración o no mirar lo que estamos haciendo pueden acarrear graves consecuencias con las que nadie quiere lidiar, desde lesiones hasta costosos tiempos de inactividad. Pero aquí está la buena noticia: si entendemos cómo aprende y forma hábitos nuestro cerebro, podemos desarrollar estrategias para reducir estos errores y crear un entorno más seguro para todos.
Comprender los errores críticos en la seguridad laboral
Los errores críticos suelen ser el punto de inflexión entre una jornada laboral normal y un incidente devastador. Estos errores no sólo son peligrosos, sino también muy difíciles de abordar con medidas de formación convencionales: a menudo requieren un cambio fundamental en la forma de enfocar la educación en seguridad. Este cambio no es una tarea sencilla, ya que implica recablear un aspecto fundamental de nuestra conciencia: cómo nuestro cerebro puede reconocer, procesar y responder a los peligros y a los momentos de distracción.
Pero, ¿por qué se producen los errores críticos? En la mayoría de los casos, se remontan a cuatro estados comunes que pueden mermar nuestra capacidad de aprender y tomar decisiones acertadas: la prisa, la fatiga, la frustración y la complacencia. Estos estados pueden afectar a la capacidad del cerebro para aprender, concentrarse y afrontar riesgos y peligros, lo que aumenta la probabilidad de cometer errores.
Mecanismos cerebrales implicados
El sistema de activación reticular (SRA) en el tronco encefálico
Una pieza clave en este proceso es el Sistema de Activación Reticular (SRA), una red de neuronas del tronco encefálico que desempeña un papel vital en el despertar, la conciencia y el estado de alerta. El SRA sirve de puerta de entrada a nuestra mente consciente, filtrando lo que percibimos y determinando de qué nos damos cuenta. Al comprender cómo el SRA filtra lo que considera no esencial, podemos empezar a entender por qué la complacencia y el comportamiento subconsciente desempeñan papeles tan importantes en la seguridad en el lugar de trabajo, pero también en nuestra vida personal.
"Para acercarnos a la velocidad de los reflejos, tenemos que utilizar la mente subconsciente. La mente consciente no es lo suficientemente rápida. Irónicamente, entrenar la mente subconsciente no es rápido. La repetición es la clave para entrenar el subconsciente".
Larry Wilson, autor y director general de SafeStart".
La repetición es una herramienta fundamental para reeducar el cerebro y, en concreto, el Sistema de Activación Reticular (SRA). Mediante la repetición, las personas pueden entrenar su subconsciente para reconocer y responder automáticamente a los peligros potenciales. Este proceso, a menudo denominado habituación, permite al cerebro codificar estos comportamientos de seguridad como acciones instintivas, de forma similar a la memoria muscular de los deportistas.
4 técnicas de reducción de errores críticos respaldadas por la neurociencia
A continuación, repasaremos las cuatro técnicas de reducción de errores críticos que están profundamente arraigadas en los principios de la neurociencia, proporcionando una comprensión fundamental para mejorar la seguridad en el lugar de trabajo a través del cambio de comportamiento.
1/ Observación y aprendizaje social
Observar el comportamiento de los compañeros y proporcionarles comentarios constructivos puede mejorar la conciencia de la situación y facilitar el aprendizaje social. Al presenciar las consecuencias de acciones inseguras y recibir orientación, las personas pueden aprender de las experiencias de los demás y adaptar sus propios comportamientos. Este proceso activa el sistema de neuronas espejo del cerebro, lo que permite un aprendizaje más eficaz a través de la observación y la imitación.
Aplicación práctica de la observación y el aprendizaje social
Pensemos en Alex, un electricista experimentado que lleva más de una década trabajando en el sector. Alex se había acostumbrado a trabajar en sistemas eléctricos similares día tras día, lo que le llevó a confiar demasiado en sus habilidades. Como resultado, empezó a saltarse el paso de comprobar dos veces su trabajo antes de pasar a la siguiente tarea porque nunca tenía ningún problema y estaba muy seguro de su trabajo.
Un día, la complacencia de Alex estuvo a punto de provocar un problema eléctrico casi mortal. No se dio cuenta de un pequeño error de cableado que había cometido. El resultado fue una pequeña descarga eléctrica, pero el desenlace podría haber sido más grave. El incidente sirve ahora de llamada de atención para que todo el mundo preste más atención a su trabajo. Al compartir esta experiencia y proporcionar información sobre los comportamientos de riesgo, los compañeros de Alex pudieron aprender de su error sin tener que sufrirlo ellos mismos.
2/ Aprender de los fallos por poco y de los pequeños errores
Todos los errores, incluso los más pequeños, proporcionan información valiosa sobre nuestros procesos subconscientes. El sistema de recompensa del cerebro desempeña un papel crucial en este proceso, reforzando los comportamientos positivos y aprendiendo de los resultados negativos.
Aplicación práctica de la experiencia adquirida
Tomemos el ejemplo de Sarah, técnica de laboratorio, que sufrió un accidente mientras manipulaba sustancias químicas. Mezcló inadvertidamente dos sustancias químicas volátiles debido a un lapsus momentáneo de concentración, alimentado por el cansancio tras un largo turno de trabajo.
Afortunadamente, se dio cuenta de su error justo a tiempo para evitar una reacción peligrosa. Este incidente sirvió de llamada de atención crítica para Sarah todos los días.
3/ Autodisparo para evitar errores críticos
Una de las técnicas más importantes es el concepto de autodisparo, que implica reconocer y actuar con rapidez cuando nos encontramos en situaciones de mayor riesgo, como cuando tenemos prisa o estamos cansados. Al perfeccionar nuestra respuesta de autodesencadenamiento, podemos eludir el retraso de la mente consciente, permitiendo que nuestro subconsciente nos guíe rápidamente hacia la seguridad. Se trata de reconocer las señales tempranas y tomar medidas proactivas para mitigarlas.
Aplicación práctica del autodisparo
Si nos fijamos en el ejemplo de Alex y Sarah, una respuesta autodesencadenante podría haber evitado sus situaciones cercanas. Alex podría haber hecho una pausa y haberse dado cuenta de su exceso de confianza antes de volver a comprobar su trabajo, mientras que Sarah podría haber reconocido su cansancio y haberse tomado un momento para volver a concentrarse o descansar antes de manipular los productos químicos.
Fíjate en señales como el corazón acelerado y la concentración dispersa cuando tengas prisa. Cuando sientas ese riesgo, aprovéchalo para centrarte en la tarea que tienes entre manos. Haz una pausa para concentrarte mejor, asegurándote de equilibrar la velocidad con la seguridad. Con la práctica, aprenderás a hacerlo automáticamente.
4/ Crear mejores hábitos
La última técnica de error crítico que exploraremos es la creación de mejores hábitos. Los hábitos son poderosos porque son automáticos y evitan la mente consciente, permitiendo una acción más rápida y reduciendo el riesgo de error. Creando rutinas seguras y repitiéndolas sistemáticamente, podemos reconfigurar nuestro cerebro para que los comportamientos de seguridad sean instintivos.
Aplicación práctica para crear mejores hábitos
Imagina a un camionero que convierte la seguridad en un juego. Para asegurarse de que siempre mantenía la distancia de seguridad legal con otros vehículos, inventó un juego mental: si su camión no mantenía al menos dos líneas de espacio con el vehículo de delante, "perdería". Lo que empezó como un reto lúdico pronto se convirtió en algo natural, transformando un hábito de seguridad crucial en una actividad atractiva y divertida.
Aprovechar la tecnología para mejorar la seguridad: Presentación de YOUFactors
Avanzar en la seguridad laboral a través de la neurociencia no sólo requiere comprender y aplicar técnicas críticas de reducción de errores, sino también aprovechar las herramientas adecuadas para apoyar estos esfuerzos. Un compañero digital, como YOUFactorsva más allá de las típicas técnicas de seguridad basadas en el comportamiento. Utiliza estrategias y herramientas de creación de hábitos que ayudan a las personas a cambiar sus patrones cerebrales para adoptar comportamientos más seguros, reduciendo así los errores y los accidentes.
Este enfoque aplica la neurociencia para ayudar a las personas a desarrollar nuevos hábitos mediante la repetición y el perfeccionamiento de habilidades hasta que la seguridad se convierte en una parte inconsciente e innata de todo lo que hacemos, convirtiéndola en una prioridad constante, independientemente de dónde estemos o qué estemos haciendo. Este enfoque innovador no sólo mejora la seguridad personal, sino que también crea una cultura en la que las personas son conscientes y responsables de sí mismas y de los demás, haciendo que el entorno sea más seguro para todos.
Para quienes estén interesados en profundizar en cómo las plataformas digitales pueden influir en los patrones cerebrales y el comportamiento más allá del ámbito de la seguridad, les invitamos a leer nuestro blog anterior, "Cómo las plataformas digitales van más allá del entretenimiento para recablear tu cerebro", para conocer más a fondo el uso de la tecnología para fomentar un cambio positivo.